Dejar de ser malhumorado es una tarea en esencia simple, los pasos se pueden entender con mucha facilidad y cualquiera podría aplicarlos y tener éxito en la tarea.
Sin embargo, simple no quiere decir fácil, ser alguien menos malhumorado, implica autoconocimiento, disciplina y voluntad.
Es entendible para todos que, si logramos conocernos, disciplinarnos y cultivamos una voluntad férrea; podremos estar en absoluto control de nuestros pensamientos y emociones.
Es aquí en donde la mayoría se rinden y prefieren mantener sus malos hábitos, como el malhumor; aceptan que una parte de su vida estará en control de estas nocivas cualidades y siguen adelante.
¿Por qué? Se debe a que nos han acostumbrado a lo fácil y a lo inmediato, si las soluciones no se presentan en esta modalidad, las ignoramos, pasamos a lo siguiente y vamos enterrando problemas, los cuales, se manifiestan en el futuro en magnitudes muy superiores a las presentes.

Respondiendo de manera concreta a la pregunta planteada al inicio
¿Cómo dejar de ser malhumorado? Para dejar de ser malhumorado debemos identificar el comportamiento y el funcionamiento actual del cuerpo y de la mente, para de esta forma detectar los momentos y los hábitos que disparan nuestro mal humor.
Después de identificar dichos hábitos de pensamiento y comportamiento es preciso sustituir de manera gradual aquellas actividades que aprisionan nuestro razonamiento y nos hacen reaccionar con base en emociones y compulsiones.
¿De dónde Viene el Mal Humor?
Para lograr dejar de ser alguien malhumorado, es preciso cuestionar de donde proviene esta sensación.
El mal humor proviene de los deseos frustrados, ya sean conscientes o inconscientes. De igual forma este se acentúa cuando no logramos identificar y controlar nuestras emociones, las cuales se apoderan de nuestro sistema y hacen que reaccionemos ante los impulsos.
Se ha comprobado que la amígdala, la parte que regula las emociones, tiene la facultad de tomar el control de nuestro cuerpo y mente. Esto sucede cuando emociones como el miedo o la ira, por ejemplo, son intensas.
Veamos un ejemplo. Imagina que vas caminando por la calle, vas con la mente puesta en un conflicto que ha surgido en el trabajo, sientes cierta preocupación debido a la incertidumbre y caminas pensando en alternativas.
Al momento de cruzar la calle, no te das cuenta de que se aproxima un sujeto con un vaso de café sin tapa, como tú, este va distraído pensando en sus asuntos. Se da lo inevitable, chocan y el sujeto termina derramando su café caliente en tu ropa.
¿Qué es lo común en esta situación? ¿Cuál es tu reacción? Y lo más importante: ¿Por qué reaccionamos?
Lo común es reaccionar empujando al sujeto, cuestionar con rabia su imprudencia, insultar, y en el caso de algunos, arrojar un par de golpes y un puntapié si es posible.

Estas reacciones, hoy en día tan comunes, son un proceso mental muy interesante.
¿Cómo Funciona el Mal Humor en el Cuerpo?
Cuando uno siente preocupación, la sangre dentro del cuerpo fluye con mayor velocidad, la presión se incrementa, así que la frecuencia cardiaca esta más elevada de lo normal.
Cuando sucede algo imprevisto (el choque con la otra persona) se producen dos emociones, la sorpresa y una ligera sensación de peligro, la cual a su vez genera miedo.
Si no estamos al tanto de cómo esto empieza generar reacciones en cadena dentro de nosotros, es imposible parar el efecto dominó que se avecina.
El momento culminante es cuando sentimos el derrame del líquido caliente, en esos momentos el razonar ya es una tarea imposible, la amígdala ya ha tomado el control de nuestro cerebro y lo único que podemos esperar son reacciones basadas en comportamientos anteriores.
Cuando las emociones están al mando y percibimos daño infligido hacia nosotros, ya sea por una quemadura o por arruinar nuestro atuendo; la mente ya no es capaz de ejercer criterio y controlar las emociones.
Esta solo detecta daño y dolor, físico o emocional y lo que sucede es que se despierta la reacción de la ira.
La ira es un mecanismo de defensa que prepara al cuerpo para defenderse de amenazas externas, hace que la circulación fluya en dirección de las extremidades para defendernos y protegernos.
Por eso es por lo que las personas malhumoradas tienden a gritar y golpear.
El Mal Genio en las personas es Una Compulsión
El problema es que en los seres humanos este proceso se ha vuelto una compulsión. En los animales es un instinto que se activa en momentos cruciales. Es decir, cuando un león tiene que defender su territorio y a sus cachorros; o cuando un antílope corre de un leopardo.
Los animales también sienten ira, miedo, dolor y sorpresa, sin embargo, en ellos no es una compulsión, tienen esas emociones cuando es preciso que las tengan, son sus mecanismos de defensa alertándolos para salvaguardar su vida.
El ser humano ha logrado que sus mecanismos de defensa se vuelvan en contra de sí mismo, aquí es en donde entra el egoísmo y la proliferación desmedida de deseos en la mente.
Lo realmente interesante es que, si no hemos cultivado el autoconocimiento y el autocontrol en nuestra vida, somos en realidad títeres de procesos psicológicos y fisiológicos que suceden dentro de nosotros e interactúan con los impulsos provenientes de fuera.
¿Por Qué el Mal Humor Nace de Deseos Insatisfechos?

El mal humor se crea cuando la mente ve un deseo frustrado, debido a que la mayoría de los seres humanos asociamos los deseos con el placer sensorial, y este a su vez lo asociamos con la felicidad.
En estos momentos, nuestra mente está procesando miles de deseos latentes e insatisfechos y está buscando satisfacerlos.
A pesar de no darnos cuenta de todos ellos, la mente sí que los tiene presentes y se encargará de avisarte cuando uno de ellos se frustre, a través del dolor y de la ira; y a través del placer cuando uno sea satisfecho.
Recuerda el ejemplo del café derramado. Podrías pensar en que ahí no había ningún tipo de deseo, simplemente una persona imprudente te empujó y derramó su café.
Si bien esto es en parte cierto, si analizamos a profundidad, notaremos la presencia de los deseos.
Descubriendo los deseos ocultos
Cuando estás preocupado, como era el caso de nuestro ejemplo, es porque notas que hay una amenaza; ¿hacia qué?
Si es el caso de tu trabajo, estamos hablando de que es una amenaza a tu economía, tu reputación, y oportunidades futuras. ¿Por qué te preocupan todas esas cosas?
Porque quieres tener dinero para tener una familia, para viajar, para descansar, para comer fuera, comprar casas, autos y demás.
De igual forma quieres que te respeten, que te admiren y quieres seguir ascendiendo a nivel profesional.
¿Por qué? Por que quieres ser feliz, tienes esos deseos, todos arraigados al placer de los sentidos, porque los asociamos con la felicidad. Si esto no fuera así nada nos preocuparía.
Te recomiendo fuertemente el siguiente artículo, estoy seguro de que cambiará tu concepto de felicidad y su relación con el placer.
¿El Placer Lleva a La Felicidad?
Ahora, cuando te queman y te ensucian, ¿qué sucede? La mente, en cuestión de segundos quiere responder al dolor, el cual es contrario al placer (la mayoría vive buscando el placer y evitando el dolor). Si este llega, nos invade el mal humor, nos oponemos e intentamos devolver el golpe.
El que nos ensucien hace que nuestro atuendo, el cual había sido seleccionado para lucir bien ante los demás y para darnos o mantener cierta reputación o prestigio, se estropee.
Nadie quiere recibir burlas ni lucir ridículo, todo lo contrario, así que este factor también es muy importante para la mente en cuestión.
La magnitud de nuestras reacciones obviamente depende de cada uno, sin embargo, son muy similares. Y como vimos en este extenso análisis, todas están relacionadas con la frustración o con la amenaza a nuestros deseos.
¿Cómo Quitar el Mal Humor?

Se que la explicación previa puede ser abrumadora, sin embargo, si queremos ser alguien menos malhumorado, es preciso conocer las causas que están generando el problema.
Ahora que sabemos el origen del mal humor y cómo este funciona dentro de nosotros debemos pasar a la fase de acción.
1. Observar Pensamientos y comportamientos
Debemos de ser capaces de profundizar dentro de nosotros y encontrar aquellas cosas que hacen que nos enojemos con facilidad.
Al momento de identificar aquellas situaciones, debemos intentar identificar los deseos que están asociados a dicha situación.
En este punto, es común que la mente encuentre culpables fuera. Debemos recordar que quien tiene el mal humor somos nosotros, que no tenemos una influencia real en los demás, pero si en nosotros.
En este proceso de observar es importante analizar las consecuencias de nuestro mal humor, debemos preguntarnos lo siguiente:
¿Qué estoy obteniendo? ¿A quién afecto? ¿Soy más feliz o soy miserable? ¿Habría podido actuar diferente y obtener un mejor resultado?
Que internamente respondamos a estas preguntas nos permitirá abrir nuestra mente y contemplar escenarios diferentes, de los cuales, hasta el momento somos víctimas.
El ver que nuestro mal humor solo ha contribuido a frustrar más deseos y a entorpecer nuestra salud y nuestras relaciones, nos dará más fuerzas para combatirlo.
Te recomiendo practicar la introspección para lograr este paso con éxito, en última instancia, debemos controlar los deseos que constantemente surgen en la mente.
Son simples matemáticas, entre más deseos haya en la mente menor es la probabilidad de satisfacerlos.
Por lo que, de seguir funcionando sin control en la mente y en nuestras acciones, aumenta la probabilidad de la frustración y demás cualidades negativas en la vida.
2. Control de los procesos físicos
Una vez tengamos la convicción de combatir nuestro estado malhumorado debemos iniciar por reducir las posibilidades de ser víctimas de nuestras emociones y del subconsciente una vez más.
El control de nuestros hábitos físicos como la alimentación y el ejercicio nos permiten deshacernos de dañinas toxinas que contaminan la sangre y hacen que el corazón tenga que bombear más rápido esta para purificarla.
Esto hace que se eleve la frecuencia cardiaca, quedando expuestos a que la ira nos invada con facilidad, entre otros males.
De igual forma la preocupación y el estrés acumulado en nuestros días hace que el cuerpo y la mente sean susceptibles a los cambios repentinos de ánimo.
Identificar los hábitos nocivos alimenticios, sustituirlos e implementar una actividad física diaria es indispensable para controlar mejor nuestro estado de ánimo.
Es un hecho que entre peor nos alimentamos y menos ejercicio hacemos más son las probabilidades de ser víctimas de nuestras emociones, incluido el mal humor y la depresión.
3. Usar la fuerza de voluntad en los momentos clave.

Aquí llega el paso determinante. Una vez hayamos identificado nuestras acciones y pensamientos que nos hacen ser malhumorados, así como el continuo esfuerzo por alimentarnos mejor y realizar ejercicio constante, llega el momento de la batalla.
Así es, a continuación, se nos van a presentar las típicas situaciones que nos hacen perder la paciencia y enojarnos. Sin embargo, notaremos que en lugar de reaccionar como solíamos hacerlo, se presenta un lapso en el cual podemos analizar la situación.
Este lapso dura breves segundos, pero aquí yace la verdadera oportunidad para vencer el hábito del enojo.
Nos vamos a percatar de que lo que antes era reaccionar sin darnos cuenta lo que hacíamos, ahora se ha convertido en una elección.
Vamos a sentir una poderosa influencia a actuar como estábamos acostumbrados, con rabia, enojo y mal carácter; al mismo tiempo vamos a sentir una ligera atracción a reaccionar diferente, a reaccionar mejor.
En un principio podemos caer gracias a la fuerza que el mal hábito adquirió, sin embargo, con el tiempo la capacidad de análisis y cuestionamiento es mayor y por ende la voluntad es más fuerte.
Es importante no sentirnos desanimados por no ver resultados al inicio, debemos de recordar que pelear contra malos hábitos es una de las tareas más complicadas que existen.
¿Por qué? Porque se necesitan las cualidades más escasas en los seres humanos hoy en día: Voluntad, Autocrítica, Humildad, Autoconocimiento y Cuestionamiento.
Un consejo adicional y enormemente benéfico, es la práctica de la meditación, la cual, nos permite reducir la frecuencia cardiaca y la presión, aumentando la oxigenación del cerebro.
Esto da pie a calmar nuestros pensamientos y modificar nuestros hábitos.
Consecuencias del Mal Humor
A continuación, te compartiré algunas de las consecuencias que tiene el ser alguien malhumorado. Lo hago con el objetivo de ayudar a que dimensionemos el verdadero impacto y las grandes afectaciones a nuestra vida.
- Padecimientos en nuestra salud (sistema nervioso y digestivo principalmente)
- Poca oxigenación de la mente
- Acumulación de Estrés y Ansiedad
- Razonamiento nublado por emociones
- Actitudes reactivas
- Daños en las relaciones personales
- Proliferación de malos hábitos
- Sentimiento de intranquilidad
- Análisis equivocados o sesgados de nuestra vida
- Toma de malas decisiones
- Autoestima Baja
- Incremento del egoísmo
- Cinismo
- Estancamiento en una o varias áreas de vida
- Proliferación de deseos que buscan placer inmediato
A esta lista le podríamos añadir cientos de consecuencias más, sin embargo, con estas es suficiente para percatarnos de que el mal humor es una de las peores cualidades que se pueden cultivar.
Es preciso que sí hemos adoptado esta cualidad hagamos lo que sea necesaria para liberarnos de ella. No queremos una vida esclavizada a las emociones y al mal humor.
No hacer nada al respecto significa renunciar a buena parte de nuestro crecimiento personal.

¿Mal humor constante? ¿Por qué Estoy Siempre de Mal humor?
Experimentar el mal humor constante se debe a que se ha establecido un patrón en nuestra forma de reaccionar ante los impulsos externos.
Cuando alguien está siempre de mal humor es por que la mente racional ha quedado relegada a segundo plano. Las emociones son las que marcan el ritmo.
Esto nos hace caer en un círculo vicioso. Tenemos experiencias negativas, reaccionamos de mal humor ante los impulsos y damos pie a que se creen peores situaciones.
En este punto es tal el control de las emociones que nos hacen buscar culpables a nuestro alrededor, lo que conlleva en un deterioro de nuestras relaciones con aquellos más cercanos.
Lo anterior deriva en aislamiento y en hipersensibilidad, pensamos que el mundo está en nuestra contra.
Esta información se traduce en la mente como amenazas, asume que nos debemos proteger y por lo tanto la ira nos invade al menor estímulo.
Cómo Lidiar con Alguien Malhumorado
Lidiar con alguien malhumorado puede ser una tarea complicada, sin embargo, de igual forma podemos volverla simple.
Cuando lidiamos con una persona malhumorada, debemos entender que, aparte de enfrentarnos al mal genio de alguien más, también lo hacemos al nuestro.
Esto se debe a que es una consecuencia, si alguien nos trata mal, es lógico que esto nos predisponga a actuar de la misma manera. Cuando 2 personas malhumoradas se enfrentan, el resultado es caos y el daño a las relaciones personales.
Para tener éxito lidiando con una persona con mal humor debemos recordar que este comportamiento se debe a que la persona es víctima de sus emociones y que su razonamiento se ha debilitado.
Debemos de combatir esto mediante la no cooperación, es decir, no contribuir a que el mal humor se acreciente, a pesar de que es un reto el autodominio, es preciso para ayudar a esa persona.
Si alguien malhumorado no tiene con quien pelear, sus reacciones quedan invalidadas.
No me refiero a adoptar una actitud déspota o a la sumisión, simplemente es no dejar que nuestras propias emociones se sumen al conflicto.
Cultivar la paz interior es el mejor remedio para ayudar a alguien, se trata de enseñar con el ejemplo.
Esta práctica, además de proporcionarnos enormes beneficios, hace que las personas con mal humor bajen la guardia, hace que sus emociones pierdan fuerza y vean en alguien más una forma diferente de comportarse.
Con el tiempo esto hace que las personas se acerquen a nosotros con una actitud diferente, te empiezan a preguntar por tus hábitos, piden consejos e intentan adoptar cualidades que ven reflejadas en ti.
Dicho esto, quiero dejar claro que la violencia no la podemos tolerar, en los casos de violencia debemos de reaccionar con autocontrol, al mismo tiempo que tomamos las medidas necesarias para evitar esta situación (alejamiento inmediato, ayuda profesional, o acudir con las autoridades).
He diseñado estos contenidos para contribuir al crecimiento personal y al autoconocimiento. Todo se basa en lo que he aprendido en años de investigación y aplicación en mi propia vida. Soy co-fundador, editor y escritor de la revista digital viveananda.org y creador de universohindu.org. En mi canal de YouTube me dedico a la divulgación de diversos temas de índole espiritual como la meditación y la aplicación de diversas enseñanzas de la filosofía hindú.